¡Hola!
Gracias por asistir a esta cuarta reunión sobre el tema del aprendizaje y sus técnicas.
¿Has pasado por las tres anteriores? ¿No? Pues entonces búscalas en este blog o, mejor aún, utiliza el índice que encontrarás haciendo clic en:
http://sistemahit.blogspot.com.ar/2014/10/tecnicas-de-estudio-prologoindice-por.html
Porque este curso es "acumulativo", es decir, en cada nueva clase vamos agregando conceptos que dan más sentido a los anteriores vistos.
Aquí trataremos algunos puntos que, no corregidos, conspirarán contra tus esfuerzos por lograr resultados positivos en tus procesos de aprendizaje. Son condiciones negativas que debes intentar "cortar de cuajo" lo antes posible.
1 - Visión defectuosa.
Tus ojos son habitualmente la puerta de entrada más importante de la información. No son la única, por supuesto, pero sí la más destacada.
La vista es un sentido muy valioso. Puedes confirmarlo consultando a quienes no lo poseen o lo tienen dañado o reducido. Mucho del mundo que te rodea te llega a través de los ojos y cuidarlos merece tu mayor atención.
Una visión defectuosa hará poco agradable la tarea de leer pues las imágenes borrosas aumentarán el cansancio y provocarán que disminuya el tiempo que dedicarás a esa labor.
Así que busca un buen oftalmólogo que optimice el rendimiento de ese verdadero regalo de la naturaleza que es la visión.
2 - Relecturas parciales.
Comienzas a leer un texto y cada tanto te detienes a releer algún párrafo. Tu cerebro viene generando procesos de análisis y almacenamiento de información. Y tú los interrumpes con pausas inesperadas y relecturas que lo obligan a reorganizar lo ya analizado y procesado, estableciendo nuevos puntos ("checkpoints") que desordenan el texto almacenado.
Es como si te pusieras a escuchar una bella sinfonía y de pronto algo la interrumpe y luego la reinicia en un punto anterior. Todo el esfuerzo que hizo el compositor para transmitirte su mensaje a través de sensaciones finamente hilvanadas se desgarra y esos sonidos artísticamente combinados retornan a su esencia física de "ruidos".
Eso mismo ocurre cuando relees algún párrafo. Venías incorporando las ideas que el autor buscó brindarte mediante un uso determinado de palabras y tú lo interrumpes, con lo que esos pensamientos retornan a su esencia física de códigos, esto es, de letras acumuladas.
Toma un ritmo de lectura adecuado a tu velocidad de captación y verás cómo se establece una comunicación con el autor que va mucho más allá del texto mismo. Debes procurar que sea fluida, con la menor cantidad de posible de interrupciones y relecturas.
3 - Movimientos labiales.
Si cuando estás leyendo sigues esa lectura moviendo los labios es como si lo estuvieses haciendo "en voz alta". Estás poniendo un freno importante a esa comunicación autor-lector de la que te hablé. Porque tus ojos pueden avanzar mucho más velozmente y esos movimientos de labios no se lo permiten.
Vigila que esto no ocurra. Cuando estés leyendo, cierra la boca. Porque "boca bien cerrada agiliza la lectura" y además, como dice el refrán, "en boca cerrada no entran moscas", lo que significa un beneficio adicional.
4 - Posiciones incómodas.
Siempre en procura de una lectura con los mayores beneficios, debes cuidar de que estar en una posición incómoda no envíe a tu cerebro señales de molestia o dolor que impidan que funcione mejor para la captación, el análisis y el almacenamiento de la información que ingresa por tus ojos.
Es simple la forma de saber si esto está ocurriendo. Tu propio cuerpo te lo comunicará inmediatamente con sensaciones que ya conoces.
El objetivo es lograr que, fuera de los elementos relacionados con el leer, comprender y aprender, el resto del cuerpo "desaparezca". Mejorarás así el rendimiento del esfuerzo que estás invirtiendo y, por tanto, el consumo de energía será menor, disminuyendo el cansancio.
5 - Falta de planificación.
Dicen que "el ser humano es un animal de costumbres", y es verdad. Los cronobiólogos estudian los relojes internos que utilizamos para regular nuestras actividades. Hay relojes vinculados con la alimentación, con el sueño y la vigilia, etc. Y también el cerebro programa sus actividades para que se conviertan en rutinas que le permitan trabajar mejor.
"Estudiar" debe transformarse en una rutina para tu cerebro y la asociará con uno de esos relojes biológicos que optimizan su tarea.
Pero muchas veces no respetas esa planificación y estudias a cualquier hora: hoy por la tarde, mañana por la noche, al día siguiente no estudias, hoy estudias quince minutos, mañana tres horas, al día siguiente nada... Tu cerebro no puede asumir esta falta de rutina y no puede crearse el reloj que facilitará su labor.
Es cuestión de tengas un plan de trabajo para estudiar y que todo se haga natural y ordenadamente.
Ya volveremos a este asunto.
6 - Vocabulario limitado.
Cada idea es expresada en una "oración" de nuestro lenguaje, utilizando letras con las que reproducimos sonidos y palabras con un determinado valor que llamamos "semántico". Si hojeas cualquier diccionario comprobarás que existen algunas palabras que conoces y otras de las que ignoras el significado.
Si el autor ha escrito una de estas últimas, o alguna cuyo significado no tienes claro, no comprenderás lo que te está queriendo decir. Y la comunicación se interrumpirá.
¿Cómo resolverlo? Aquí sí deberás buscar el salvavidas: un buen diccionario real (en papel) o virtual (en el buscador de tu computadora). Pero no sigas adelante hasta no resolver esa "piedra en el camino" porque si no comprendes eso no comprenderás lo que sigue a continuación.
La lectura repetida de textos irá ampliando tu vocabulario porque removerá piedras que ya no lo serán cuando encuentres la misma palabra o expresión en otras cosas que leas.
Un amplio vocabulario mejorará tu comprensión y también tu comunicación con los demás. Hay una palabra casi exacta para expresar una idea. Otras palabras podrán ser parecidas pero la idea también será "parecida". Y, volviendo a los refranes, "parecido no es igual".
7 - Falta de interés.
Es evidente que cuando intentas aprender algo que te interesa la motivación no es la misma que cuando ese algo no te interesa aprenderlo. Es más, la motivación en este segundo caso puede ser nula.
"Tener que estudiar" es lo opuesto a "Querer estudiar". Y estos dos conceptos son fundamentales para todas los asuntos que se relacionan con la vida.
Pero, ¿puedo convertir un "tengo que" en un "quiero"?
Aquí intervienen numerosos factores. Porque no hay cosas que son interesantes y cosas que lo son. Hay personas a las que interesan ciertas cosas y personas a las que no les interesan esas mismas cosas.
¿Cómo se genera el interés? Unas veces dependerá del contenido, otras del envase y en oportunidades de la combinación de ambos.
Una de las razones que he encontrado en los fracasos universitarios es que el individuo termina su educación (en realidad, su instrucción) secundaria y, si desea continuar en el nivel superior, debe escoger una carrera que seguramente conoce "de oídas" entre un conjunto de carreras que también desconoce. Y lo más probable es que una gran mayoría elija mal, esto es, descubra que la que eligió no es lo que parecía ser. Entonces se ocupará de abandonar esa y optar por otra, o dejará sus estudios universitarios e intentará trabajar en otro ámbito.
Lo único recomendable es, quizá, tomarse un año sabático para conocer mejor las opciones y disminuir la posibilidad de elegir incorrectamente. Pero ese es un tema muy amplio y no corresponde que lo trate aquí.
8 - Falta de atención.
Eso que llamamos "atención" es, para lo que estamos analizando, la capacidad de poner nuestros sentidos en un asunto determinado. Cuando algo concita nuestra atención, ésto ocurre naturalmente.
Queremos ver, oír, tocar, etc. todo lo que tiene relación con el tema.
Evidentemente, está absolutamente ligado a lo que acabamos de llamar "interés". Pero depende además de ciertas capacidades innatas o adquiridas. Hay quienes "prestan" atención fácilmente, les interese o no el tema, y otros a los que les cuesta mucho atender a situaciones, les interesen o no las
mismas.
Existen técnicas para mejorar la atención y quizá las veamos en alguna clase futura. Recuerda que en la escuela te interesaban y llamaban tu atención algunas materias y otras no. Pero dependía del maestro o profesor que estaba al frente de esa asignatura.
Si el profesor era interesante, su materia te interesaba. Si el profesor era aburrido, su materia no te interesaba. Porque era el "canal" por el que te llegaba la información y ese canal era fundamental para el proceso de comunicación, es decir, el proceso de aprendizaje.
¿Puedes forzarte a prestar atención a algo que no te interesa? En primera aproximación, no, pero a veces hay circunstancias que pueden mejorar tu nivel de motivación. Ya las analizaremos.
9 - Mala ventilación.
El oxígeno es, de alguna manera importante, el combustible de tu cuerpo y, por tanto, el combustible de tu cerebro. Una buena ventilación es imprescindible para que mantengas el "estado de alerta" que requiere el sistema nervioso cuando se lo somete a procesos como el aprendizaje.
Si no hay suficiente oxígeno disponible, tu "máquina" se pondrá más lenta y sentirás que te adormeces.
Un tema fundamental sobre el que podrás informarte mejor consultado cualquier buen trabajo sobre esta cuestión.
10 - Mala alimentación.
Obviamente y por razones parecidas a las del punto anterior, es algo que tienes que tener en cuenta para optimizar el funcionamiento físico de tu cuerpo, porque, en definitiva, el cerebro será el protagonista del aprendizaje pero aprenderás "con todo el cuerpo".
Te dejo analizando este decálogo que, para comenzar, creo bastante completo. Volveré, como te anticipé, a tratar los mismos temas y a darte algunos elementos más.
Sigo respondiendo tus consultas vía email y agradezco tu interés por este curso. Verás que los beneficios se irán haciendo más notables a medida que avanzamos.
Te dejo mi saludo y mi estímulo permanente.
Daniel Aníbal Galatro
danielgalatro@gmail.com
Octubre 31 de 2014.
Esquel - Chubut - Argentina
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http://elportaldeolgaydaniel.blogspot.com.ar/
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